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Una ventana abierta a los Espacios Naturales Protegidos de Aragón.

1.- Escarabajo de ocho puntos. (Trichodes Octopunctatus).

Sus puntitos y su color pueden recordarnos a las mariquitas, pero pertenecen a familias distintas. Vuela en primavera y principios de verano, se alimenta de polen, néctar, larvas y pequeños insectos. Es totalmente inofensivo, aunque pueda confundirnos con su llamativo color.

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Fotografía: Ana Belén Peña

2.- Dedalera o chupamieles. (Digitalis purpurea)

Esta vistosa planta, cuenta con unas flores muy características que recuerdan a los dedales de costura, de ahí su sobrenombre «dedalera». Hace unos años era considerada una planta que contaba con propiedades terapéuticas y estaba indicada para hacer frente a deficiencias cardíacas, sin embargo, se observó que un exceso en la dosis administrada podía resultar tóxica.

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Fotografía: Pilar Velilla

3.- Red de senderos en el Parque Natural del Moncayo.

Buena parte de los Espacios Naturales Protegidos de la Red Natural de Aragón cuentan con senderos habilitados para el uso y disfrute por parte de los visitantes. Los Centros de Interpretación ofrecen información de primera mano para recomendar los lugares más interesantes en función de las características del grupo, los objetivos del mismo o la previsión meteorológica. Una buena previsión e información actualizada garantizan una experiencia positiva. Te recomendamos que visites nuestros Centros de Interpretación.

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Fotografía: Isabel Motilva

4.- Pradera de San Indalecio.

La pradera de San Indalecio, en el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, es un lugar especial que atrae a numerosas personas para su uso recreativo. La vuelta a la actividad, ha incrementado el número de usuarios en este tipo de instalaciones, buscando un lugar donde poder desconectar, escapar de la urbe y retomar el contacto con lo natural.

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Fotografía: Elisa Andrés.

5.- Pico picapinos (Dendrocops Major)

Un ave característica por su colorido, reclamo, vuelo y costumbres. Inquieto habitante del medio forestal que sondea con precisión y acierto fisuras y otras grietas para la obtención de alimento o la construcción de nidos. Un ave perfectamente adaptada para el noble trabajo de la madera.

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Fotografía: Susana García.

6.- Ganadería trashumante.

La ganadería trashumante constituye una herramienta imprescindible para el mantenimiento de nuestro patrimonio cultural, forestal y vegetal. En este momento del año, los pastos de medias y altas cumbres reciben la visita de miles de cabezas de ganado llegados desde las tierras bajas, con objeto de aprovechar la disponibilidad de alimento y evitar en cierto modo las altas temperaturas del periodo estival.

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Fotografía: Mari Carmen Baile

7.- Ibón de Acherito.

El sendero S5 del Parque Natural de los Valles Occidentales transcurre por un paisaje de pastos, arroyos y canchales. Permite, además, descubrir un rincón espectacular de este Espacio Natural Protegido, el Ibón de Acherito, originado por la acción de los glaciares que en épocas pasadas esculpieron estas montañas y valles.

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8.- Aster alpino. Aster Alpinus.

Estrella alpina, como su nombre indica puede observarse en cotas altas, resultando muy característica tanto la disposición de sus pétalos como el colorido de los mismos. Habitual en praderas de montaña o prados pedregosos.

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