Bosque, roca e historia conjugan a la perfección en el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. Este espacio natural protegido se ubica en el sector occidental de la provincia de Teruel, en la Sierra de Albarracín. Constituye un magnífico ejemplo de multiplicidad de formas rocosas a pequeña y gran escala, así como de la estrecha relación entre geología, flora, fauna, arqueología prehistórica y actividades tradicionales del hombre, conformando un paisaje de gran singularidad. Abarca una superficie de 6.829 hectáreas y se extiende por los términos municipales de Albarracín, Bezas y Gea de Albarracín.
El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno destaca por albergar un extenso pinar de pino de rodeno o resinero que se asienta sobre areniscas de color vino y que crece a veces en lugares imposibles. Un singular paraje que, en la antigüedad, fue ocupado por el hombre prehistórico, conservándose bellas manifestaciones de arte rupestre levantino que forman parte del Patrimonio Natural de la UNESCO y que justificaron su inclusión en el Parque Cultural.
A causa de la erosión, las areniscas rodenas aparecen como crestas y páramos dando lugar a callejones, torreones, abrigos, rocas en seta… Sin embargo, en la franja oeste el relieve se transforma. La caliza ocupa el lugar de la arenisca, por lo que las zonas llanas y elevadas con ligeras caídas al barranco principal toman el protagonismo.
Al pino rodeno le acompañan otras especies características como el enebro común, la jara o el brezo. También abundan las especies aromáticas como el romero, el tomillo, la lavanda o el espliego.