La Red Natural de Aragón cobija a un sinfín de especies de insectos. Algunos con excepcionales estrategias de supervivencia, otros adaptados a entornos extremos… sea cual sea su especialización, los insectos son uno de los más ricos y variados grupos del reino animal. En concreto, los coleópteros, comúnmente conocidos como escarabajos, constituyen el orden más extenso de todo el mundo animal con una diversidad biológica excepcional. Unos animales apasionantes que se caracterizan por poseer algo así como un duro caparazón, alas y unas mandíbulas robustas en forma de tenazas. En Aragón, así como en otros muchos puntos de la península, podemos encontrar el escarabajo más grande de Europa; el conocido como ciervo volante. Una especie que a continuación os damos a conocer.
Por Ana Belén Peña, educadora ambiental del Centro de Interpretación de Añón del Moncayo (Red Natural de Aragón)
CIERVO VOLANTE (Lucanus cervus)
Familia: Lucanidae
Catalogación: C.EE.AA. de Aragón: DE INTERÉS ESPECIAL (Decreto 49/1995, de 28 de marzo)
El ciervo volante es un insecto inconfundible, ya que hablamos del coleóptero más grande de Europa. En la península ibérica vive en el Norte, si nos cruzamos con él, será sobre todo su tamaño lo que primero nos llamará la atención. Se trata de una especie con un claro dimorfismo sexual, es decir, que machos y hembras son diferentes. Podemos reconocerlos a simple vista por su aspecto, en especial por sus enormes mandíbulas que solo poseen en los machos y que le dan su característico nombre. El tamaño también es diferente en función del género siendo el macho el de mayor tamaño, pudiendo medir entre 30 y 90 mm, y las hembras entre 28 y 54 mm.
La cabeza y el tórax son de color negro, su abdomen marrón y las mandíbulas marrón rojizo.
Función en la cadena alimenticia del bosque
Su papel en la naturaleza es muy importante, forma parte de ese conjunto de insectos, hongos y bacterias que se encargan de descomponer la materia muerta, en este caso lo hace a través de una transformación mecánica, alimentándose de la madera de árboles muertos que ya han sufrido algo de descomposición, el ciervo volante actúa cuando han pasado al menos unos cinco años tras la muerte del árbol y su madera se encuentra en un estado medio o avanzado de descomposición.
Este gran insecto también sirve de alimento para varias especies de animales, cómo aves y pequeños mamíferos, aunque se desconoce que alguno se haya especializado en su caza.
Alimentación y hábitat
Asociados a bosques caducifolios, aunque también comunes en bosques de ribera y en formaciones boscosas de diversas especies de Quercus (robles o encinas), en los cuáles existan árboles maduros y materia orgánica en descomposición.
Su Ciclo de vida
El ciervo volante, al igual que la mayoría de insectos, llega a su estado adulto mediante la metamorfosis, siendo su aspecto, comportamiento y forma completamente diferente en cada una de sus etapas.
Huevos
La hembra de ciervo volante prepara la tierra con mucho cuidado cavando un hoyo antes de poner unos veinte huevos de unos 3mm de longitud, cerca de dónde haya madera podrida la cuál proporcionará alimento una vez que se abra el cascarón y salgan las larvas. Los huevos pueden abrirse en dos o cuatro semanas.
Larva
Las larvas del ciervo volante salen del huevo cortando el cascarón. Tienen forma de C, son de color blanco y su cabeza marrón.
Tardan entre dos y siete años en llegar a la edad adulta y durante ese tiempo se alimentan de madera en descomposición mientras crecen (son saproxilófagas). Su largo desarrollo se debe, por un lado, a la baja calidad nutritiva de la madera descompuesta (bajo contenido en nitrógeno) y, por otro, al gran tamaño que debe alcanzarse en estado adulto.
Esta dieta especial es posible gracias a la simbiosis con bacterias que las larvas albergan en una dilatación del intestino posterior y que le ayudan a romper el enlace de la celulosa, algo así cómo nuestra flora intestinal que también realiza multitud de funciones claves para nuestra vida (quién te iba a decir que tendrías algo en común con este ser tan diferente).
Durante esos años, realizan varias mudas de su piel para poder crecer, tras la última muda larvaria, en la que se pueden superar los 10 cm de longitud será el momento de pasar al estadio siguiente.
Pupa
Cuando la larva alcanza su tamaño completo, prepara un lugar seguro y profundo bajo la tierra cerca del tronco para su capullo, realiza una especie de cámara construida con tierra, madera y otros materiales que aglutina con saliva, en la cual tendrá lugar su metamorfosis.
La pupación dura unas seis semanas. La metamorfosis se produce en otoño y los adultos pasan el invierno dentro del capullo o en la tierra adyacente para emerger al final de la primavera siguiente como un ciervo volante adulto.
Adulto o imago
Una vez que sale de debajo de la tierra, el ciervo volante adulto comienza a buscar pareja, ya que sólo vive entre quince días y un mes. Los ciervos volantes adultos macho son los primeros en salir, poseen una gran e impresionante mandíbula que utilizan para pelearse con sus congéneres en su lucha por conseguir alimentos, controlar el territorio y conquistar a las hembras. Los combates suelen realizarse en las ramas de los árboles, el primero en caer será el perdedor, y el ganador podrá reproducirse con la hembra.
Las hembras en cambio pasan la mayoría de su tiempo buscando un lugar dónde poner sus huevos, vive más tiempo que el macho, ya que cuida los huevos hasta que estos eclosionan, asegurándose así de que la puesta será un éxito.
Los adultos se alimentan de savia azucarada que lamen de las heridas de los árboles o de jugos de frutas maduras, aunque esto no les alarga su periodo de vida, en realidad pueden subsistir con las reservas grasas que tienen en su abdomen.
Cuando finalizan su misión que es la reproducción el ciervo volante muere y la cadena de la vida sigue cuándo su descendencia comience de nuevo el ciclo.
Amenazas
Su principal amenaza es la pérdida de sus hábitats y la excesiva fragmentación de los mismos a causa de la limpieza y retirada de árboles viejos, muertos o moribundos.
La fumigación con plaguicidas y herbicidas también produce retroceso en este tipo de especies. Incluso pueden sufrir atropellos y capturas para coleccionismo.
Puede ser que durante un paseo al atardecer en verano tengas la suerte de encontrar algún maravilloso ejemplar de ciervo volante, con su ruidoso vuelo en búsqueda de pareja, si es así, disfrútalo con tranquilidad y sin molestarle, y recuerda que es totalmente inofensivo, a no ser que seas uno de ellos…